Entre los elementos más significativos de la era tecnológica en la que estamos inversos es su implicación desde edades cada vez más tempranas, por lo que se hace necesaria su utilización en la escuela, sino ésta se ve abocada a ser considerada obsoleta y anticuada. El uso de las nuevas tecnologías lleva implícita que su uso sea el más correcto posible, no tomar como propio lo ajeno y de hacerlo, que su desarrollo, adquisición, conservación y utilización sea segura, necesario para garantizar un funcionamiento eficaz de la red.
Partiendo de estas premisas, en el área educativa, las Tecnologías de la Información y Comunicación nos han demostrado su creciente utilidad como apoyo docente y de refuerzo y mejor entendimiento de las distintas materias para los alumnos. Sin embargo, este enriquecimiento en el proceso de enseñanza - aprendizaje tiene que ir acompañado de materias transversales como el respeto a la propiedad privada, un civismo tecnológico que se debe desarrollar también en los alumnos al vivir inmersos entre un sinfín de recursos, donde se relacionan, interactúan con los demás, buscan y comparten información tanto formal como personal, por lo que se les debe de enseñar tanto a vivir dentro de la red, sus limitaciones y fronteras, como el uso adecuado de lo que utilizan, del "copia y pega", de Internet.
En conclusión, se hace necesario también esta educación transversal unido a la Competencia Digital y tratamiento de la Información, desarrollando habilidades tanto de búsqueda, discriminación de la información , procesamiento y comunicación de ésta, para convertirla en conocimiento propio, asumido por el alumno, siempre que sea de forma legal y autorizada por el autor original de dicha información, sin sacar un provecho ilícito y siempre que sea para aumentar el conocimiento del alumno, un beneficio para él.
Ana Cristina Sánchez Cegarra.
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